Año 2174 {Situación actual}

Estamos en el año 2174, en una ciudad aparentemente igual a las demás. La forma de vida es parecida a la del siglo anterior: se trabaja, se estudia y se utiliza el coche. Parece que nada ha cambiado, ¿pero notas algo extraño verdad?


En una ciudad del siglo XXII, los Elegidos, clase social que gracias a su dinero está donde está, han logrado convertirse en los jefes. Controlan la política, la medicina, la economía...

Con su riqueza han pagado para ser artificialmente "perfectos", la genética a disposición de todos aquellos que puedan pagar el coste del “Proceso Elección”. Se ha investigado e invertido en descubrir como seleccionar los genes de una persona, hasta el punto actual en el que puedes decidir si tu hijo será rubio o bajo de estatura; incluso se han logrado cualidades impresionantes, dones extraordinarios.

Para ser sinceros, viven bien, extremadamente bien; mansiones lujosas, coches prestigiosos y elegantes camisas que contrastan con lo que les rodea.



Ellos están arriba, sentados en el trono de una ciudad mientras los civiles llevan una vida media, por decirlo de alguna manera. Trabajan y trabajan, para sustentar la vida de lujo y derroche de Los Elegidos. La vida es cara, y sólo el dinero te da de comer… y si el dinero lo tienen Los Elegidos, no hay otra que resignarse y trabajar para ellos.

Siempre hay personas que creyendo que algún día podrán ser Elegidos, los admiran e intentan ser como ellos. Porque sí, hay personas que creen sinceramente que el futuro del planeta son Los Elegidos.



El hambre y la sed son la mayor tortura que una persona puede padecer. Y peor aún, si mientras tu boca está reseca y tú estómago vacío, tienes que hacerle la cama a un señorito que bebe y desperdicia el agua que tú tanto ansías. Muchas personas culpan a Los Elegidos de la falta de calidad de vida que padecen aquellos que no son Elegidos.
Casi como mercenarios a sueldo, guardaespaldas... los Militares tratan de proteger a los "Perfectos".
Los rebeldes y los disidentes no son aceptados, perseguidos sólo por el peligro que suponen, aunque Los Elegidos nunca admitirán que están amenazados.

Pero la amenaza esta allí, viva.



Muchos saben y son conscientes de que la situación tiene que cambiar.
Muchos están dispuestos a luchar.

Rebeldes para unos, resistencia para otros. Ellos están ahí, escondidos, pero ahí.
La mayoría han sufrido mutaciones por culpa de la radioactividad de las guerras nucleares. Y no son los únicos, la población esta harta de resignarse. Una pequeña multitud está dispuesta a nadar a contracorriente, los disidentes están dispuestos a gritar en voz alta que no, que no aceptan a Los Elegidos y que no van a aceptar esta desigualdad.